-
Alucinación pictórica
Vermeer imagina un amor prohibido porque de esta forma adquiere sentido ese cupido exagerado que animosamente ha plantado sobre la pared del fondo. Imagina un amor prohibido, también, por puro prejuicio, porque una simple mujer de manos curtidas no llora por amor, no llega a conocerlo siquiera. Si la carta que aprendió a leer quién sabe cómo deforma la musculatura enrojecida de su rostro solo puede ser porque la han engañado, estúpidamente, graciosamente.