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Tan Stoner que duele
“Entendió que al fin empezaba a ser un maestro, es decir tan sólo un hombre que cree en la verdad de lo que hace, a quien se le concede una dignidad del arte que tiene poco que ver con su necedad, o su debilidad o su ineptitud como persona. Era un conocimiento del que no podía hablar, pero que una vez presente lo transformó a tal punto que su presencia se volvió inequívoca para todos” (Williams, 2020: 125-126).